lunes, junio 06, 2005

Gracias...

Gracias a la vida, que me ha dado tanto.
Me dio dos luceros, que cuando los abro,
Perfecto distingo lo negro del blanco,
Y en el alto cielo su fondo estrellado,
Y en las multitudes el hombre que yo amo.

Gracias a la vida, que me ha dado tanto.
Me ha dado el oído que, en todo su ancho,
Graba noche y día grillos y canarios
Martillos, turbinas, ladridos, chubascos,
Y la voz tan tierna de mi bien amado.

Gracias a la vida, que me ha dado tanto,
Me ha dado el sonido y el abecedario.
Con él las palabras que pienso y declaro,
"Madre,", "amigo," "hermano," y los alumbrando
La ruta del alma del que estoy amando.

Gracias a la vida, que me ha dado tanto.
Me ha dado la marcha de mis pies cansados.
Con ellos anduve ciudades y charcos,
Playas y desiertos, montañas y llanos,
Y la casa tuya, tu calle y tu patio.

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio el corazón, que agita su marco.
Cuando miro el fruto del cerebro humano,
Cuando miro al bueno tan lejos del malo.
Cuando miro el fondo de tus ojos claros.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la risa, y me ha dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto,
Los dos materiales que forman mi canto,
Y el canto de ustedes que es el mismo canto.

Y el canto de todos que es mi propio canto.
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Violeta Parra


Durante el café he estado comentando con un compañero las delicias del buceo y las entretenidas revisiones médicas. He recordado la última, el día 27 de Mayo. Entre otras cosas me dijo que mi corazón late con tranquiliad, lentamente (cosa que comprobé unos días después cuando me metí en el "sarcófago" y vi que mi frecuencia cardíaca es de 60 pulsaciones por minuto). Sí, eso me trae a la mente esas maravillosas clases de gimnasia en el colegio... ¿las recuerdas, Fenjx? En una de ellas el profesor (Parrondo) nos hacía tomarnos la frecuencia caríaca antes de la prueba, justo al acabarla y luego, al cabo de un par de minutos... Recuerdo que se "asustó" al ver la frecuencia tan alta que tenía tras la prueba pero al pasar el par de minutos había vuelto casi a la normalidad mientrasc casi todos los demás seguían teniendo frecuencias relativamente altas...

En ese momento confirmé en mi mente una diferencia con el resto del grupo... que igual no era de gimnasia sino de un curso de socorrismo... se me mezclan los recuedos.

Sigo pensando que soy diferente, ni mejor ni peor, sólo diferente. Esta idea ha vuelto a mi mente durante la revisión médica del 27. ¿La causa? Bueno, que el médico me preguntó si me habían hecho una amidalegtomía y cuando le dije que no se sorprendió y tras una búsqueda "exhaustiva" concluyó diciéndome, algo sorprendido, que las tenía atrofiadas...

Me encanta mi cuerpo y siento que es especial... es una sensación que no sé explicar con palabras pero que me hace sentir contenta con él y agradecida por él.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Oye que no pude comentar tu anterior comentario... jejej que redundancias mas redundantes... gracias por usar mi foto... me ha hecho gracia encontrarmela. Me puedes contar un poco mas de la mani???

Almarel dijo...

Ok, en el post anterior tendrás más detalles.