El Viernes llegó mi hermana de Inglaterra, vino a pasar el fin de semana. Fuimos a recogerla mi abuela, una de mis titas (que trabaja en una oficina de turismo) y su niña pequeña y, bueno, yo también fui.
Mi hermana llegaba a San Javier de modo que tuvimos que atravesar las zonas semidesérticas que en breve espacio de tiempo se transformarán en húmedos campos de golf. Dicha visión hizo aparecer la consavida discusión sobre el trasvase y sobre la conveniencia de vender Murcia como lo están haciendo al permitir que unos cuantos euros (me da igual que sean millones, billones o trillones) destruyan zonas protegidas por su flora y fauna (en muchos casos sólo existente en dichos parajes).
Cuando nos montamos en el coche para volver a casa seguimos con dicha conversación y mi hermana comentó el hecho de que pese a lo educados que son los ingleses con tanto "please", "thank you", "excuseme"... al llegar a España pierden todo eso y se transforman en "bárbaros norteños". Un ejemplo de dicha transformación es el hecho de que en su "amado pais" a ninguno se le ocurre encender un cigarro en un lugar público pero aquí... eso es lo de menos. Nada más bajar del avión ya había quien se lo encendía. Ante dicha situación mi hermana actúa informándoles de que no se puede fumar y una "señora" (si tal sustantivo puede ser usado para definir a este ser femenino del género
Homo ¿¿¿
sapiens sapiens???) con todo su descaro y desfachatez le pregunta a mi hermana que quién dice que no se puede fumar. Vamos, que no tiene morro la tía. Mi hermana le señala el cartel y tras dar una serie de caladas nerviosas y aceleradas... vale, sí, apaga el cigarro.
Tras comentar esta anécdota mi tita (la que trabaja en una oficina de turismo) nos comenta el hecho de que en un par de ocasiones han ido ingleses que estaban viviendo o veraneando en guetos de ingleses y que se quejaban de la gran cantidad de ingleses que había... ¡qué curioso! Tal vez con tanto inglés que hay en España, Inglaterra se queda sin ingleses y puede ser "invadida" por personal extranjero que muestre tanto respeto como ellos muestran en nuestro "querido pais" (y si lo pongo entre comillas es por lo poco que parecemos quererlo al dejar que nos lo destrocen de una manera tan brutal como lo están haciendo).
Por mucho que intento entenderlo me sigue doliendo en el alma ver cómo el dinero todo lo puede. Tal vez, un día, Gaia se revele y consiga deshacerse de esta virulenta enfermedad que es el actual ser humano.