miércoles, enero 19, 2005
Un tatuaje, un capricho
Ayer por la tarde, tras pensarlo lo justo, fui al instituto de mi prima donde me estaba esperando impaciente. Cuando su compañera terminó me tocó el turno a mi, de modo que me tumbé en la camilla y me preparé para una sesión de 3 horas de "tortura permitida". Lo que yo no sabía era que iba a tener que soportar algo más de dolor de lo que es habitual en estos casos. Las máquinas se revelaban y la profesora acusaba a mi piel, fueron tres aparatos los que mi prima probó consiguiendo en cada cambio alguna mejoría siendo el tercero el que dio los mejores resultados y con el que se quedó lo que quedaba de su clase y todo el recreo... Todavía no está acabado, tendré que volver otro día para acabar de colorear el caballo alado... pero, para mi gusto, se está quedando bastante bonito :-)
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5 comentarios:
Me alegro de que te guste, GreGori, y no dudes que cuando me lo acaben de hacer pondré otra fotico. ¡Ya tengo ganas de verlo acabado!
Nena, que chulo!! Me gusta mucho la línea que tiene, pero mucho. Ya estoy deseando verlo en foto y en vivo. Seguro que si se le hace cosquillas mueve las alas. :)
Por cierto nena, ya te tengo en el blogvecindario.
Faltaría mas!!
Besicos.
Cielo, esa es una foto... Me la hice anoche antes de curarmelo. Sólo falta terminar de colorearle la cola de negro y las patas y parte del cuerpo en azul... ¡ya lo verás!
Mu chuuuulooo!!!
Ya me lo ensenyaras en vivo y en directo, eh??
Un beso desde aqui "arriba".
Tu manicola.
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